INTERXION, proveedor europeo especializado en servicios de alojamiento en centros de datos neutrales, anuncia que la compañía experta en gestión documental Grupo NTT ha seleccionado sus centros de datos de Madrid para alojar su plataforma cloud NTTDocuments. La seguridad física y lógica del CPD, así como el cumplimiento de la norma ISO 27001 de Seguridad de la Información han sido claves para la elección.
Grupo NTT es una empresa dedicada desde el año 1998 a la gestión documental. En 2014 decide proporcionar sus servicios desde la nube, una modalidad que ya utilizan sus clientes, principalmente las empresas de digitalización masiva de documentos y procesos como es el caso de la multinacional dedicada a la gestión y custodia de archivos Iron Mountain. El crecimiento de sus servicios ha hecho que desde febrero hasta julio de este año, Grupo NTT haya tenido que ampliar su capacidad de almacenamiento un 400%, de 12 a 62 Tb.
Junto con la gestión documental, el grupo dispone de otra línea de negocio enfocada en la firma de documentos. Ambos servicios se basan en la seguridad, eficiencia y disponibilidad 24 horas. Sus clientes acceden a una plataforma vía web donde se tratan y almacenan los documentos, sin necesidad de adquirir licencias o instalar hardware o software, por lo que la conectividad y la baja latencia también son aspectos básicos en su actividad.
Ante estos retos, Grupo NTT decidió alojar su infraestructura IT en Interxion. Para la elección de este proveedor se tuvieron en cuenta varios factores: la confianza que ofrece al ser expertos en centros de datos profesionales; la seguridad física y lógica del CPD; y el cumplimiento de rigurosos estándares como las certificaciones ISO 9001 de Gestión de la Calidad, ISO 23001 de Continuidad de Negocio y especialmente ISO 27001 que recoge los requisitos para establecer un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información.
Esta norma es significativa para empresas como el Grupo NTT con la entrada en vigor del nuevo Reglamento de Protección de Datos de la Unión Europea, de aplicación en 2018. En él se establecen nuevos requisitos enfocados en el ámbito digital y contempla aspectos como la retención y caducidad de la información, así como la obligación de garantizar niveles de seguridad adecuados.