De ser una zona deprimida de la capital pasó a convertirse en una zona industrial que con el tiempo se ha transformado a su vez en un escenario idóneo por sus características.
El distrito madrileño de San Blas-Canillejas ha cambiado mucho en los últimos años. De ser una zona deprimida de la capital pasó a convertirse en una zona industrial que con el tiempo se ha transformado a su vez en un escenario idóneo por sus características (excelentes comunicaciones de transporte terrestre, estando además próximo al aeropuerto de Barajas, elevada disponibilidad de infraestructura eléctrica y subsuelo repleto de potentes redes de telecomunicaciones) para el florecimiento de múltiples empresas tecnológicas. No en vano al menos existen unas 140 compañías de este tipo en la zona.