Cuando se pregunta a Robert Assink, director general de Interxion en España, por la razón que le motivó a promover la iniciativa, la respuesta está cargada de ambición. “Si hay un Silicon Alley en Manhattan, ¿por qué no podemos hacer real un Silicon Alley Madrid?”, se pregunta. “¿Por qué no contar esta historia?”.
Y es esta la historia de un discreto distrito al este de Madrid con una razón de ser: convertirse en referente tecnológico nacional. Lejos de ser un proyecto quimérico, el plan reconvertir el distrito de San Blas Canillejas, el nuevo Silicon Alley made in Spain es perfectamente sostenible.